La financiación de circulante es un tema que trae de cabeza a la mayoría de las empresas y más en momentos como los actuales, en los que la liquidez es escasa y la concesión de crédito se ha visto restringida en gran medida.
De todos los casos relacionados con la financiación, que pasan a diario por Círculo Gacela, los más abundantes son los referentes a esta problemática. Es más, algunos clientes no lo saben y cuando les explicas cual es el problema con el que se encuentran ahora mismo y cual es el producto más adecuado para su situación, lo entienden perfectamente.
No es la primera vez que en una entrada de este blog, hacemos referencia a la financiación a corto plazo o como se suele decir la del día a día o de la actividad cotidiana del negocio. Esto es, los pagos que realizamos frecuentemente, ya sea las compras a proveedores y los gastos fijos mensuales por ejemplo.
El producto por antonomasia para este tipo de financiación es la póliza de crédito, sin embargo no es el único, se contemplan por ejemplo los famosos préstamos ICO-liquidez, en boga últimamente, líneas de descuento para el descuento de papel físico, etcétera. Hoy nos centraremos en el primero.
La póliza de crédito y es algo que no hace mucha gente, debe ser usada como si de una hucha se tratara. En definitiva no es más que una cuenta corriente de la que disponemos de una cantidad de dinero hasta el límite por la que nos la hayan concedido. Como sabemos, estas pólizas o líneas de crédito, suelen ser concedidas por un corto plazo de tiempo, normalmente a un año y sujetas a renovación si la operativa del cliente con la empresa es adecuada y no tiene mayores “sobresaltos”.
Las liquidaciones de intereses pueden ser mensuales, trimestrales, semestrales, etcétera. Suele haber un comisión por la cantidad no dispuesta, pero de muy bajo importe (incluso en algunas pólizas es inexistente) y otra comisión por la cantidad dispuesta.
Es por eso que la póliza de crédito debe ser usada como una hucha, haciendo disposiciones, a la vez que realizamos ingresos en la misma para no tenerla siempre dispuesta completamente y los “palos” que nos lleguen en las liquidaciones no sean muy elevados. Sin embargo tampoco es recomendable tener pólizas de crédito sin disponer de cantidad alguna. Ya que al final estaremos pagando intereses por un producto del que no estamos haciendo uso.
La póliza de crédito, es considerado hoy en día por las entidades financieras un producto de gran riesgo, por eso para su concesión, el estudio del cliente es cada vez más minucioso.
Algo que debemos tener presente es que a diferencia de un préstamo, que a parte de los intereses tiene amortización de capital, en las pólizas de crédito no existe tal amortización, por tanto una vez llegado el vencimiento, si esta no es renovada, debemos reponer todo el capital dispuesto a la fecha de expiración, también son frecuentes las comisiones por cancelación.
Por tanto, podemos resumir que es un producto muy necesario, para no incurrir en tensiones de tesorería, sin embargo debemos contar con una adecuada planificación de cobros y pagos y ser usado con la debida cautela.
Javier M
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