A colación del blog de hace un par de semanas acerca de las grandes fortunas del mundo, continuamos la saga de grandes “adinerados” para descubrir cuáles son las pautas para llegar al “podium”.
En este caso nos adentramos en el maravilloso mundo de Microsoft. Este gigante informático ha plantado su propia habichuela mágica con la que ha ido trepando hacia el primer puesto de las grandes fortunas mundiales pero es de recibo mencionar que no todo el tallo es liso sino que se está encontrando con varias espinas que le pueden hacer descender de esta posición.
Una de las estrategias seguidas por esta empresa ante la situación económica actual ha sido la alianza con otro gigante, en este caso británico, Vodafone.
El objetivo final de esta alianza no es otro que superar a sus competidores directos, es decir, Google y Telefónica. Los beneficiados de esta guerra por trepar más rápido y más lejos son las pequeñas empresas para las que han diseñado un servicio de comunicación desde la red sin necesidad de tener los programas instalados en sus ordenadores. Gracias a estos nuevos servicios podrán trabajar varios usuarios con el mismo documento, te permitirá acceder a tu correo electrónico o a tu calendario a través del PC, teléfono móvil ó cualquier navegador y te permitirá realizar una videoconferencia en cualquier lugar.
Este nuevo servicio se materializará en España como país pionero debido a la buena reputación que tiene la filial española de Vodafone dentro del segmento de comunicaciones empresariales. Esta unión va a favorecer al incremento de la facturación de estos dos gigantes, por lo que Bill Gates estará un paso más cerca de mantenerse en el podium tan deseado por todos.
Pero hay que tener en cuenta que “todo lo que sube, baja” y es que no todo es un camino de rosas ya que la Comisión Europea ha impuesto a Microsoft la mayor sanción de la historia, por un total de 899 millones de euros. La razón de esta multa no ha sido otra que su práctica de la competencia desleal ya que no se les ha proporcionado a sus rivales la información necesaria para fabricar programas compatibles con los suyos.
En una sociedad en la que en los últimos tiempos los valores éticos eran menospreciados, cada vez se erigen más defensores de los derechos y libertades fundamentales. Porque adaptarse a las circunstancias es importante, pero hacerlo bien es básico.
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